Decálogo del buen parroquiano lector

Algunas sugerencias para que esas salas de lectura informales que se instalan en los bares no se conviertan en el mismísimo infierno.
Algunas sugerencias para que esas salas de lectura informales que se instalan en los bares no se conviertan en el mismísimo infierno.
Cada día, los bares se convierten en verdaderas salas de lectura de diarios, un fenómeno que desde hace tiempo forma parte del paisaje urbano. Y la costumbre no nos abandona.
Ella en el bar se inspira en este ámbito urbano y se acerca a su diversidad, a su esencia democrática. Y más que un pretexto temático, es un camino para explorar sus historias.
Las ventanas, esos objetos tan corrientes como inspiradores para escritores y artistas, se convierten en el bien más preciado a la hora de buscar mesa para tomar una cerveza. Y mirar.