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Rosa María Gaitán saltó de la silla y se acomodó la falda que le apretaba la cintura. La orden había llegado por escrito.
Rosa María Gaitán saltó de la silla y se acomodó la falda que le apretaba la cintura. La orden había llegado por escrito.
“Luchamos por el derecho a la vida y la autonomía” afirma la periodista feminista Sonia Tessa. Hoy presentan el libro Cazadoras que rememora una experiencia inédita en la prensa local.
La idea de salir a dar una vuelta en colectivo fue de Luis. Y aquí estamos.
Álvaro no lograba escribir un párrafo desde hacía meses. Ni una línea, ni nada. La silla incómoda y el pánico por la hoja en blanco le venían jugando una mala pasada.
En Cuba dicen que la canchánchara es un trago que nació al calor de las luchas independentistas. También que es padre del mojito y el daikiri, entre otras historias.
Las mujeres detrás de la barra empiezan a hacerse notar en el mundo. Y especialmente en Cuba, donde un raro cóctel entre revolución y turismo las alentó a ejercer tareas no tradicionales.
Algunas sugerencias para que esas salas de lectura informales que se instalan en los bares no se conviertan en el mismísimo infierno.
Los intentos por comprender el pensamiento oriental suelen dejarnos a mitad de camino. Es posible que mirar o arrancar una flor marquen la diferencia.
En el Bicentenario de la Independencia recordamos que nuestro país se constituyó unitario desde el origen. Y hoy el federalismo continúa su camino más declamativo que real.
Fue la primera estrella femenina del rock y se animó a gritarle al mundo que vale la pena desear sin que importe morir. Su poderosa y salvaje voz nos dejó con las ganas, con más ganas de Joplin.
Los lugares comunes del amor siempre están ahí para ser vividos y contados. No hay mejor secuencia que la que inicia con un estado de sopor y cambia súbitamente.
Orhan Pamuk recorre su ciudad desde los primeros recuerdos y la describe en tensión constante entre pasado y modernidad. Mirada de corresponsal que se funde con la propia tierra.
Cada día, los bares se convierten en verdaderas salas de lectura de diarios, un fenómeno que desde hace tiempo forma parte del paisaje urbano. Y la costumbre no nos abandona.
Ella en el bar se inspira en este ámbito urbano y se acerca a su diversidad, a su esencia democrática. Y más que un pretexto temático, es un camino para explorar sus historias.
Las ventanas, esos objetos tan corrientes como inspiradores para escritores y artistas, se convierten en el bien más preciado a la hora de buscar mesa para tomar una cerveza. Y mirar.
Las barras de bar fueron espacios casi exclusivos de los varones durante mucho tiempo y pocas mujeres se atrevieron a ocuparlas. Imágenes que revelan aquella osadía que hasta hoy inquieta.